En este proyecto de reforma integral se llevó a cabo una intervención total en la vivienda, replanteando la distribución de los espacios de manera estratégica. El objetivo principal fue establecer una conexión fluida entre la cocina y el salón-comedor, derribando barreras físicas para integrar estos dos ambientes y maximizar su funcionalidad. Con esta solución, se logró no solo potenciar la interacción visual y espacial entre ambos, sino también adaptar el conjunto a las necesidades específicas de nuestro cliente, Carlos.